“Necesitamos ciudades que sean condiciones de vida, de vidas completas y libres y no fragmentadas, no ciudades de discriminación y dominación; necesitamos muros que den la bienvenida y abriguen, no muros que excluyan y opriman”
Peter Marcuse
"Este asunto requiere liderazgo de verdad: ciudadanos, los impuestos son altos por culpa de los inmigrantes; ¡deshagámonos de ellos!"
Diamond Quimby, alcalde del pueblo de Springfield, propuesta 24
La eficacia de la política venció a la brutalidad de la represión, y logró dar tregua a un conflicto social que no es nuevo, y que ni siquiera está cerca de resolverse Y soy pesimista en este aspecto, porque el déficit habitacional de nuestro país es un problema grave, que ni los medios periodísticos quieren ver, en función de seguir exprimiendo situaciones que les den aires triunfales en esta batalla perdida contra el Gobierno Nacional. En este caso, algunos medios, no cuentan siquiera con el bagaje mínimo analítico e intelectual, que se necesita para realizar al menos un breve informe descriptivo sobre los hechos sucedidos.
Ante la ausencia preocupante de ideas que se dejó notar alrededor del conflicto, la intención de quien escribe, es hacerle llegar a los lectores, puntos de vista, ideas e información teórica y precisa, para que este debate que debemos librar como ciudadanos latinoamericanos, no corra el riesgo de desmadrarse ni genere chances de que algún sesudo, lo apadrine.
Existe un hecho palpable: la ocupación del Parque Indomaericano, tuvo un foco de análisis difuso, desfigurado, mezclado y apresurado. Apenas iniciado el conflicto de la toma del "parque", la oposición al Gobierno Nacional, y los principales dirigentes del Gobierno de la Ciudad , junto con los medios opositores autodenominados independientes, se autoproclamaron la verdad de los hechos, solo con el argumento, cada vez mas gastado, de la oposición por la oposición misma. El error de las diversas explicaciones provenientes de dicha vertiente, recayó en las falaces y refutadísimas hipótesis que pretenden explicar el conflicto social, a través de la estigmatización de un otro, en este caso los inmigrantes de los países limítrofes. Vale recordar el desatino, a través de un hecho que tuvo como protagonista a Domingo Cavallo, ex Ministro de Economía, que durante un tramo de las celebraciones impúdicas de la gran fiesta reservada de los 90 neoliberales, sostenía que la desocupación, ya en niveles altos y sostenidos, se debía a la cantidad de inmigrantes que ocupaban los puestos de los argentinos. La UOCRA , a consecuencia de tamaña aseveración científica, apeló a la lógica y al diseño gráfico, empapelando la ciudad con carteles que desparramaban la conciencia que había que tomar sobre el problema comentado por el ministro, con una ecuación exacta y perfecta que no admitía discusión: "Cada inmigrante trabajando, es un argentino desocupado". Rápidamente el Jefe de Gobierno de la Ciudad , salió a decir, que la culpa de todo la tiene precisamente esa "inmigración descontrolada" y exhorta al restablecimiento del orden a través del desalojo violento y al cumplimiento de la ley. Enseguida los diarios a través de malabares periodísticos deleznables, arman y desarman la composición de los ciudadanos que llevan adelante la toma, con una catarata de titulares, editoriales e informes, a través de los cuales dividen el conflicto entre vecinos y ocupas. La connotación discriminatoria de la dicotomía habla por sí sola. Algunos, para sostener la neutralidad y la independencia periodística, directamente fueron mas allá y hablaban de una guerra de pobres contra pobres.
Señores, esto no es una cosa ni la otra. Esto es un conflicto social, a través del cuál se expresan aquellas personas en situación dramática y desesperada, a las que le fueron prometidos terrenos para la construcción de sus viviendas, acción contemplada en el presupuesto del Gobierno de la Ciudad , cuyo inciso específico, reconocen las mismas autoridades porteñas, no fue ejecutado de acuerdo a la urgente demanda de planificación y desarrollo social por parte de la población de menores recursos.
Este hecho representa además, la retirada absoluta del Estado porteño, del sur de la Ciudad de Buenos Aires, postergado permanentemente desde la asunción de la fuerza política gobernante.
Y entre otras cosas, representa una declaración ideológica y política del perfil de su Gobernador, ubicándose al frente de una derecha que perdió lo último de sus cuadros y que se renueva, a través de un grupo de empresarios sin apellido patricio, que buscan ubicarse dentro de altos círculos sociales, a través de casamientos pomposos y televisados, con hijos o hijas de familias patricias en franca decadencia económica, con el objeto de obtener mutuos capitales: simbólico, para el empresario monopolista, y económico, para la doncella venida a menos.
Es la delimitación ideológica de la candidatura presidencial posible, del último esperpento de la derecha mas retrógrada y recalcitrante, con algo de incidencia en la opinión pública. La muestra cabal de estas expresiones, es la torpeza interminable que tiene el alcalde, incapaz de retractarse y mejorar al menos externamente, su discurso frente al pedido de retractación de la Embajada de nuestra hermana República de Bolivia, Un acto de irresponsabilidad política y protocolar que lleva a pensar qué sería de nuestras relaciones internacionales con toda la Región Latinoamericana , fortalecida en los últimos años por el liderazgo político real de hombres como Néstor Kirchner, Tabaré Vazquez y Lula Da Silva.
Retomando la cuestión del problema habitacional, repito que no es un hecho fortuito y casual. Como todos los fenómenos sociales, el conflicto social, se construye y está determinado social e históricamente. Es decir, no podemos pensar en la ocupación de un parque por ciudadanos que son permanentemente postergados en sus demandas, si antes no nos ubicamos en la situación actual de la pobreza estructural contra la que se intenta dar batalla todos los días, por ejemplo. Lógicamente no voy a someterlos a ese gran paréntesis porque existen infinidad de trabajos que realizan un abordaje completo del fenómeno.
Pero resulta pertinente comprender esto de la construcción de los conflictos sociales, para poder comprenderlos y aprehenderlos en todas sus dimensiones y procesos. En la próxima entrada, los invitaré a sumergirnos con mayor precisión, en el problema habitacional de la Ciudad de Buenos Aires ya desde un análisis sociológico e histórico del problema, sin dejar de lado, por supuesto, la situación política. Recuerden, aquellos que han leído el Blog anterior, y vale para los nuevos amigos lectores, que el punto de vista político desde donde parto, está en línea con la construcción, el desarrollo y la profundización los proyectos nacionales y populares que se iniciaron en la última década en nuestra Latinoamérica.
Dicho esto, espero la participación de todas las voces que quieran debatir ideas, mas allá de la procedencia política de cada uno, con el objeto de fortalecer los lazos democráticos de los pueblos que tanto nos ha costado recuperar.
Para concluir con esta entrega, dejo algunas preguntas e ítems, disparadores, para abordar el próximo encuentro:
Luego de los megaproyectos urbanos como Puerto Madero o Abasto, muchos planificados en los 90, ¿cuáles son los resultados de los mismos y cuál fue su impacto en la redistribución del espacio público?. La mentada subejecución del presupuesto en términos de construcción de viviendas sociales, ¿es el efecto del creciente espaldarazo a la construcción de torres, cada vez más exclusivas y cerradas? La declaración ideológica del Jefe de Gobierno, ¿va en ese sentido, es decir, la concreción del sueño de una fortaleza impenetrable, privada y segura? La eficaz resolución de parte del conflicto a través del censo, ¿abre puertas para una política habitacional, integral e inclusiva, de carácter nacional, que con excepción del FONAVI, hoy es inexistente?
Hasta Pronto.