Las PASO porteñas: un nuevo escenario.
1) El triunfo de Larreta, se
descontaba, solo restaba confirmar si la diferencia de votos frente a
las otras fuerzas, le alcanzaba para ganar en primera vuelta, y
descansar de la campaña porteña para sumar a la difícil tarea de armado del
PRO en el interior (el candidato que apoyaba Mauricio Macri, en Neuquén, salíó
tercero a 17 puntos de la 2° fuerza neuquina, el FPV). El PRO se mete de lleno
en la campaña nacional. Sin embargo surgen algunas dudas, que si bien hoy por hoy son impensadas, no deben ser solapadas. Macri, apuesta todo a ganador en las elecciones generales, y hasta el notorio respiro de ayer en el bunker, se lo notaba preocupado, incluso en el momento de las primarias santafesinas donde su candidato tiene chances concretas de quedarse con la gobernación. De una dura derrota en Salta, de un apretadísimo triunfo de la UCR mendocina (apoyada por el PRO y el FR), de una durísima derrota ayer en Neuquén, pasó a una victoria amplia de su candidato en particular, y del PRO en general, que en principio, le asegura contar con todos los recursos para lo que viene a nivel nacional, ya que estima un triunfo de Larreta en primera vuelta. Sien embargo, el posicionamiento de Martín Lousteau en lo que fue para algunos un sorpresivo segundo puesto, marca que la cosa podría no ser tan sencilla, si Lousteau consigue operar a través de dirigentes como Sanz y Carrió, y captar una porción significativa de los votos de Gabriela Michetti. En un escenario de posible ballotage entre Larreta y Recalde, el PRO aumentaría considerablemente su ventaja; pero, ¿qué sucedería si el rival de Larreta fuera Lousteau? Profundizaré este punto mas tarde.
2) La gran novedad es cierta
consolidación de Martín Lousteau como líder político del espacio (ex)
UNEN; hoy ECO; pero hay un detalle que la euforia del provisorio 2°
puesto, tal vez no deja ver: es cierto que es una gran elección de
Lousteau; pero también es cierto, que esta vez la ventaja entre el PRO y
ECO, re edición de UNEN, fue mucho mayor, y casi que le
asegura el triunfo a Larreta en primera vuelta. Por lo tanto, tomando en
cuenta las últimas PASO que se celebraron en la Ciudad para las
legislativas de 2013, el espacio liderado por el ex Ministro de Economía
kirchnerista, e implícitamente conducido y estructurado ejecutivamente por la dupla Sanz - Carrió, hoy socios políticos del macrismo, ha perdido terreno y comunas; por lo tanto, dejó escapar alrededor de
un 10% a 12 % de los votos obtenidos respecto de la última elección
primaria porteña en la que había superado el 35% de los votos y por primera vez, después de varios años, relegando a un 2° lugar
al macrismo en la Ciudad. El dilema que debe poner en la mesa la nueva (y
vieja) segunda fuerza actual, ECO, es cómo captar el voto Michetti antes
de que se acople automáticamente al PRO de Larreta; en ese caudal de votos, hay
entre 2 y 3 puntos porcentuales que seguramente irá para el FPV, el
resto (mas de 10 puntos porcentuales) pasa a ser el principal objetivo
de ECO de acá a julio de cara a la posibilidad de una 2° vuelta hasta
hoy, poco probable. ¿Cuál será el papel de Sanz y Carrió en este contexto?, es una buena pregunta para comenzar a pensar la cuestión. ¿Porqué?
3) Respondo: existe un actor político histórico, que ha experimentado diversas dificultades al momento de reconstruir y articular espacios de representación en la política argentina quebrantados en el 2001. Ese actor de vital importancia, en los procesos democráticos en general y electorales en particular, es la UCR. Y mas allá de la UCR, sus actuales dirigentes.
Tras fallidos intentos por recuperar la legitimidad histórica de sus intervenciones en la vida pública argentina, y cierta dificultad para promover dirigentes de jerarquía luego de la mala experiencia de la Alianza allá por finales de la década del 90, el radicalismo fue experimentando una fragmentación que obligó a sus dirigentes y militantes, tomar decisiones, a veces respetando sus principales valores históricos, y otras, ofreciendo confusas señales a su electorado. En la actualidad, ciertos sectores acompañan en gran medida, varios aspectos del proyecto kirchnerista, y otros, tal vez relacionados con una tradición mas antiperonista, transitan caminos que desembocan, la mayoría de las veces en una oposición aliancista, meramente confrontativa y mediática, carente de plataforma y de ideas políticas en vista de todos los plazos. Pero lo importante de esta cuestión radica en un interrogante, casi intuitivo de mi parte: después de años en que la UCR, dominó en términos electorales, los destinos políticos y administrativos de la Ciudad de Buenos Aires, y en estas últimas elecciones, ni siquiera presentó un candidato propio, ¿a quién votan hoy los radicales? Esa pregunta, difícil de responder, es tal vez la incógnita que desearían resolver los analistas, frente a dos cuestiones: por un lado, la holgura de los triunfos del PRO, en los últimos años; por otro lado, la volatilidad comprobable del voto porteño dirigido hacia diversas alianzas estratégicas que aparecen como moderadamente novedosas. En este caso puntual, ¿quién aprovechará esos votos radicales anónimos para quedarse con la administración porteña? La concertación de Sanz con Macri, el acercamiento de Carrió, ¿son realmente derrotas del radicalismo? O resultan de la necesidad de un paciente retorno a los primeros planos de la Ciudad?
3) Respondo: existe un actor político histórico, que ha experimentado diversas dificultades al momento de reconstruir y articular espacios de representación en la política argentina quebrantados en el 2001. Ese actor de vital importancia, en los procesos democráticos en general y electorales en particular, es la UCR. Y mas allá de la UCR, sus actuales dirigentes.
Tras fallidos intentos por recuperar la legitimidad histórica de sus intervenciones en la vida pública argentina, y cierta dificultad para promover dirigentes de jerarquía luego de la mala experiencia de la Alianza allá por finales de la década del 90, el radicalismo fue experimentando una fragmentación que obligó a sus dirigentes y militantes, tomar decisiones, a veces respetando sus principales valores históricos, y otras, ofreciendo confusas señales a su electorado. En la actualidad, ciertos sectores acompañan en gran medida, varios aspectos del proyecto kirchnerista, y otros, tal vez relacionados con una tradición mas antiperonista, transitan caminos que desembocan, la mayoría de las veces en una oposición aliancista, meramente confrontativa y mediática, carente de plataforma y de ideas políticas en vista de todos los plazos. Pero lo importante de esta cuestión radica en un interrogante, casi intuitivo de mi parte: después de años en que la UCR, dominó en términos electorales, los destinos políticos y administrativos de la Ciudad de Buenos Aires, y en estas últimas elecciones, ni siquiera presentó un candidato propio, ¿a quién votan hoy los radicales? Esa pregunta, difícil de responder, es tal vez la incógnita que desearían resolver los analistas, frente a dos cuestiones: por un lado, la holgura de los triunfos del PRO, en los últimos años; por otro lado, la volatilidad comprobable del voto porteño dirigido hacia diversas alianzas estratégicas que aparecen como moderadamente novedosas. En este caso puntual, ¿quién aprovechará esos votos radicales anónimos para quedarse con la administración porteña? La concertación de Sanz con Macri, el acercamiento de Carrió, ¿son realmente derrotas del radicalismo? O resultan de la necesidad de un paciente retorno a los primeros planos de la Ciudad?
4) El Frente para la Victoria, más allá de
cómo los medios opositores y partidarios, magnifiquen su participación
como buena o mala en función de su producción electoral, hizo exactamente la misma
elección que en las últimas PASO en la Ciudad: obtuvo el tercer puesto,
con un 18% de los votos; idéntico resultado obtuvo en 2013. Mariano
Recalde, fue el ganador de la Interna (la que tuvo mayor cantidad de
debate interno en términos de listas) y se presentó ante el electorado
porteño por primera vez, con una campaña austera y muy corta respecto a
las del PRO y ECO (ex UNEN). En este contexto, el mantenimiento del
FPV, entre las primeras tres fuerzas políticas porteñas, es un resultado
mas que aceptable, y le suma una buena cantidad de votos a quién sea el
candidato presidencial del FPV en un distrito históricamente negado
para el peronismo. En las PASO 2013 y en las PASO 2015, el FPV, mantuvo
un núcleo fuerte de votos, probablemente militantes, que es
considerable, y que demuestra, la paciencia en la construcción
territorial del Frente en todos los espacios del país en donde compite, y
por otro, la buena noticia, de intentar ofrecerle a la Ciudad nuevos
candidatos jóvenes, con la intención de foguearlos, para intentar retomar ese segundo
puesto, últimamente esquivo, probablemente porque una buena parte de un
posible voto kirchnerista no militante, busque algunas opciones
políticas mas novedosas, si se me permite el adjetivo. La volatilidad del voto
porteño, hace que la producción electoral del FPV de ayer, sea positiva y
le otorgue cierta tranquilidad a los futuros precandidatos
presidenciales. El lector podría preguntarse, ¿el autor afirma que fue buena la estrategia electoral del FPV colocando nuevamente candidatos del riñón de La Cámpora? Respondo: el FPV, es el único Frente electoral, que sostiene características transversales hace varios años y que apuesta a una construcción territorial de impacto nacional; toda buena contribución electoral, constituye un aporte valioso en pos de la victoria en octubre. Escuché por ahí a algunos compañeros quejarse por la elección de Recalde como precandidato, debido a la antipatía que podría generar La Cámpora en el electorado porteño: mas de 300 mil electores de la Ciudad piensan lo contrario, y en definitiva, el FPV presentó la mayor cantidad de opciones entre sus filas. Lo que es innegable es que es necesario seguir consolidando candidatos en la Ciudad con aspiraciones reales a alcanzar los espacios de poder mas importantes.
5) Un último párrafo lo merece cierto tratamiento burdo del periodismo de toda índole frente a las consultoras que miden intención de voto. Y cuando me refiero al periodismo todo, en general, no es un capricho ni una moda. Sino, que se trata de dilucidar ciertos discursos nocivos. Las consultoras no desarrollan ni construyen sus objetos de análisis a través de una ciencia exacta. Intentan generar información de diversa utilidad y para diversos propósitos. Hay especialistas de renombre y de amplia trayectoria; hay nuevas técnicas y propuestas de consultores mas jóvenes; y también hay opciones de dudosa calidad. Hemos visto una pluralidad de cifras, análisis, informes, estimaciones y hasta predicciones con pretensión de legitimidad y validez. Y los medios periodísticos, con sus intereses, explícitos o no, de por medio, han utilizado e interpretado de las mas diversas formas la información que circuló sobre la intención de voto en las PASO porteñas. Se habló, se debatió, se comparó hasta el hartazgo, todo el paquete de encuestas y estadísticas habido y por haber. Y dado el sorpresivo resultado (¿sorpresivo?, habría que debatirlo) obtenido por ECO, un amplio sector de ese periodismo, salió a defenestrar "el error de las encuestas", incluso algunos políticos también cayeron sobre los consultores. Sin ánimo de hacer una defensa corporativa sobre un sector con el que suelo estar en contacto, sostengo que es injusta la acusación generalizada a las consultoras, por tres motivos:
a) Todas en su mayoría, descontaban el triunfo amplio de Larreta, y sostenían que solo quedaba por ver la diferencia con Michetti y la cantidad total de votos del PRO.
2) La mayoría colocó a Recalde y al FPV en su totalidad, como la posible segunda fuerza en la Ciudad, pero nunca con mas del 23% de los votos; y si me dicen que este fue el error, les comento que desde mi punto de vista no lo fue. ¿Porqué?
3) Porque la mayoría, le otorgaba a ECO una buena perspectiva: entre un 12% y un 15% de los votos; si ese resultado se daba ayer, Lousteau, hubiese celebrado de cualquier manera. Pero ECO, alcanzó un porcentaje de votos alrededor del 23%, entonces, ¿las consultoras se equivocaron? Sostengo que no, porque en todos los informes pos encuesta, aparecía siempre, un porcentaje de indecisos de entre 8 y 13 puntos, y si tenemos en cuenta, la volatilidad del voto porteño, podemos pensar que una gran parte de esos votantes, se inclinaron por Lousteau en los últimos días. Es una mirada posible, no estoy ensayando definiciones absolutas. Pero en una elección primaria, dónde solo se eligen candidatos para administrar un distrito, el voto indeciso, previo a la elección aparece variable, cambiante, no se deja arrastrar por corrientes mayores, como puede darse en un escenario en donde se realice simultáneamente la elección presidencial, como sucedió en el 2011 con el triunfo de Feletti, frente a Pinedo. Por eso, considero que es importante al mirar una encuesta de intención de voto, hacer un análisis algo mas profundo. Quienes trabajan día a día en esa profesión, saben claramente que la estadística, no es ciencia exacta, y que detrás de todo dato hay una pluralidad de opciones para interpretarlo, y una buena cantidad de intereses en juego para manipularlo. Flojo estuvo Lousteau mostrándose desafiante en los medios frente a las consultoras acusándolas de conspirar contra su Frente; sí, Lousteau, el mismo que criticó a Guillermo Moreno, cuando este intentó regular la circulación de información de las consultaras que miden entre otras variables, la inflación, instándolos a que hagan públicas sus estrategias metodológicas.
5) Un último párrafo lo merece cierto tratamiento burdo del periodismo de toda índole frente a las consultoras que miden intención de voto. Y cuando me refiero al periodismo todo, en general, no es un capricho ni una moda. Sino, que se trata de dilucidar ciertos discursos nocivos. Las consultoras no desarrollan ni construyen sus objetos de análisis a través de una ciencia exacta. Intentan generar información de diversa utilidad y para diversos propósitos. Hay especialistas de renombre y de amplia trayectoria; hay nuevas técnicas y propuestas de consultores mas jóvenes; y también hay opciones de dudosa calidad. Hemos visto una pluralidad de cifras, análisis, informes, estimaciones y hasta predicciones con pretensión de legitimidad y validez. Y los medios periodísticos, con sus intereses, explícitos o no, de por medio, han utilizado e interpretado de las mas diversas formas la información que circuló sobre la intención de voto en las PASO porteñas. Se habló, se debatió, se comparó hasta el hartazgo, todo el paquete de encuestas y estadísticas habido y por haber. Y dado el sorpresivo resultado (¿sorpresivo?, habría que debatirlo) obtenido por ECO, un amplio sector de ese periodismo, salió a defenestrar "el error de las encuestas", incluso algunos políticos también cayeron sobre los consultores. Sin ánimo de hacer una defensa corporativa sobre un sector con el que suelo estar en contacto, sostengo que es injusta la acusación generalizada a las consultoras, por tres motivos:
a) Todas en su mayoría, descontaban el triunfo amplio de Larreta, y sostenían que solo quedaba por ver la diferencia con Michetti y la cantidad total de votos del PRO.
2) La mayoría colocó a Recalde y al FPV en su totalidad, como la posible segunda fuerza en la Ciudad, pero nunca con mas del 23% de los votos; y si me dicen que este fue el error, les comento que desde mi punto de vista no lo fue. ¿Porqué?
3) Porque la mayoría, le otorgaba a ECO una buena perspectiva: entre un 12% y un 15% de los votos; si ese resultado se daba ayer, Lousteau, hubiese celebrado de cualquier manera. Pero ECO, alcanzó un porcentaje de votos alrededor del 23%, entonces, ¿las consultoras se equivocaron? Sostengo que no, porque en todos los informes pos encuesta, aparecía siempre, un porcentaje de indecisos de entre 8 y 13 puntos, y si tenemos en cuenta, la volatilidad del voto porteño, podemos pensar que una gran parte de esos votantes, se inclinaron por Lousteau en los últimos días. Es una mirada posible, no estoy ensayando definiciones absolutas. Pero en una elección primaria, dónde solo se eligen candidatos para administrar un distrito, el voto indeciso, previo a la elección aparece variable, cambiante, no se deja arrastrar por corrientes mayores, como puede darse en un escenario en donde se realice simultáneamente la elección presidencial, como sucedió en el 2011 con el triunfo de Feletti, frente a Pinedo. Por eso, considero que es importante al mirar una encuesta de intención de voto, hacer un análisis algo mas profundo. Quienes trabajan día a día en esa profesión, saben claramente que la estadística, no es ciencia exacta, y que detrás de todo dato hay una pluralidad de opciones para interpretarlo, y una buena cantidad de intereses en juego para manipularlo. Flojo estuvo Lousteau mostrándose desafiante en los medios frente a las consultoras acusándolas de conspirar contra su Frente; sí, Lousteau, el mismo que criticó a Guillermo Moreno, cuando este intentó regular la circulación de información de las consultaras que miden entre otras variables, la inflación, instándolos a que hagan públicas sus estrategias metodológicas.
Algunas conclusiones
En los últimos años, contextualizada por la irrupción y consolidación del PRO como principal fuerza política, la Ciudad de Buenos Aires, presenta un mapa electoral previsible pero a su vez con ciertos rasgos de volatilidad. Un escenario donde se produce una tensión política en pos de la administración de los recursos porteños, entre nuevas y viejas fuerzas políticas.
Es previsible, porque el PRO es el partido que gobierna la Ciudad de Buenos Aires hace ya casi 8 años. Porque en esa fuerza se logró conjugar diversos intereses, aunque no tan disimiles, de un sector del ámbito privado empresarial (Macri), de un sector de gestión estatal (Larreta), de un sector relacionado con los bancos y la tecnocracia ortodoxa de la economía (Sturzenegger/Melconian), y por último, y tal vez el componente mas importante,por un sector de bases heredado del pejotismo citadino (Ritondo). Agrego como intuición personalísima: podríamos sumar, dada la presencia de ciertos dirigentes, a una buena parte del radicalismo con experiencia de gestión estatal, es decir una buena porción de funcionarios públicos, conocedores de las estructuras burocráticas municipales. Ese núcleo duro, es el que sostiene, presumo, en términos electorales al PRO desde sus inicios, con una estructura de propaganda efectiva y determinante (vean a Larreta hoy, y revisen algún archivo de su gestión en PAMI).
Caben interrogantes: por un lado, cuál será la estrategia del futuro jefe de gobierno Larreta (si se dan los resultados), para sostener ese núcleo duro cerrando filas con él; qué características y dilemas, se presentarán al momento del reparto de cargos en el PRO y cómo afectará esta renovación, en la disposición de sus próximas candidaturas; desde mi punto de vista, se configuran dos caminos posibles: uno requiere de la consolidación de esa alianza, cuyos sectores comenzarán a disputar espacios de poder que entienden merecidos de acuerdo con su presencia y lealtad en el frente; el otro, tal vez mas probable dado el desgaste de sucesivas gestiones, conduce a un resquebrajamiento en la alianza, debido a intereses electorales y reclamos de cargos por esas lealtades de campaña mencionadas, alimentado seguramente por el crecimiento de algunos dirigentes de segunda linea que pretenderán dar el salto. El resultado de la elección presidencial, será clave.
Por otro lado, el mapa electoral porteño presenta características volátiles y llamativamente cambiantes. Solo en la Ciudad existe un espacio de posibilidades electorales, con impacto nacional (impacto fugaz y mediático), para fuerzas “novedosas” como ECO (ex UNEN).
Repasemos: años atrás, fue Proyecto Sur de Pino Solanas, apoyado por sectores kirchneristas disidentes, apoyado por Lozano, apoyado por Victoria Donda y su agrupación ex kirchnerista Libres del Sur, y luego, mas tarde por Carrió, dando nacimiento a la alianza electoral UNEN, la cual relegó al FPV a la condición tercera fuerza en la Ciudad, y tomó ese segundo puesto que lo perfilaba como un serio problema para el macrismo. Pino tal vez, dio un paso en falso (o varios), y equivocó el camino, salteando etapas, creyendo en ese espejismo del buen papel en la Ciudad, y rápidamente perdió el caudal de votos que había obtenido (24% en las legislativas del 2009); en el 2011, las legislativas van de la mano del triunfo rotundo de CFK, y el FPV gana en todos lados, incluso en la Ciudad, y el Proyecto Sur de Pino, se suma al FAP, que apenas logra poco mas del 10% de los votos; los resultados de las presidenciales sepultan a Pino, cuya candidata ni siquiera logra superar las PASO. Traigo a colación esta brevísima e ilustrativa reseña, porque el interrogante que se desprende de esto es, qué estrategias desarrollará Lousteau, con el apoyo de estos votos, que se escapan a contrareloj de las manos cualquiera, dadas las últimas experiencias fallidas, que no lograron transformar, ni consolidar, esas buenas perfomances electorales en proyectos concretos, duraderos y constantes. No nos olvidemos de la experiencia de Massa en la provincia, con su triunfo por mas del 40% sobre Insaurralde; solo pasaron dos años, y en los momentos posteriores a la elección el intendente de Tigre, era presentado y reconocido en los medios, casi como el futuro presidente de los argentinos, incluso demoliendo las aspiraciones macristas. Poco duró la ilusión. El Frente Renovador, no superó las PASO en la Ciudad, con un candidato tirado a la marchanta. Este es el desafío de ECO. Superar ese embudo ilusorio del triunfalismo electoral que deglute candidatos con proyección ganadora, y transitar el dificultoso camino de la construcción política. ¿Estará a la altura el ex Ministro?
Sin embargo, hay que marcar un aspecto positivo para el ex Ministro de Economía kirchnerista: por el momento, solo por el momento, supo dar los pasos correctos, primero en UNEN; luego FAUNEN; hoy ECO, y la disputa de la Ciudad, no se fue tras pretensiones dispersas y poco probables; sube escalón por escalón. La cuestión radica en la capacidad de respuesta, estrategia y alianza, que produzca y promueva, para constituirse en la real segunda fuerza de la Ciudad, y aspirar a territorializar para salir de esa virtualidad engañosa con aspectos de espejismo que produce la inmediatez de un triunfo electoral. Lo primero, tal vez sea recuperar los votos que le arrebató el PRO luego de 2013. A partir de ahí, construir y fortalecer un frente que se erija como opción electoral potable, pero que dure, por lo menos, mas de tres años. Si eso sucede, entonces sí, estaremos ante una nueva fuerza en la Ciudad de Buenos Aires con posibilidades de proyección territorial; de lo contrario, habrá que esperar la próxima novedad que surja del laboratorio electoral porteño. Que surja, como SURGEN que no alcanzó ni superar la primaria? Veremos.
Mientras tanto, la disputa real, es la que llevan adelante el FPV y el PRO, la cual indefectiblemente tendrá su resolución, en las presidenciales. El panorama muestra signos difusos, pero con algunas cuestiones concretas. Macri lógicamente lanzado a la campaña del PRO, en su gran apuesta política. El FPV, apelando mas allá de los nombres, al Proyecto Nacional, y a la espera de una interna con varios candidatos, entre los que se destacan Florencio Randazzo y Daniel Scioli, como los de mayores adhesiones. Hasta el momento, la apuesta del FPV, desde mi punto de vista, se muestra como mas firme y eficaz; apela a buenas elecciones en provincias aliadas como Salta, y a buenas actuaciones en provincias opositoras como sucedió en Santa Fe y Mendoza. La próxima instancia será en Chaco. Hasta el momento, el PRO solo obtiene presencia; en Santa Fe obtuvo 5000 votos mas que el oficialismo socialista, pero el FPV realizó una muy buena elección superando el 20% de los votos; en Mendoza el candidato de la UCR (a nivel nacional, aún tienen cuadros fuertes, pero necesitados de alianzas) apoyado por el PRO y el FR, ganó una ajustada elección ante el FPV por tan solo 4 puntos de diferencia; en Neuquén ayer mismo, se descontaba la victoria de Sapag, pero se puso atención en la pelea por el segundo puesto, y el PRO llevó su candidato; el FPV resultó 2° superando al PRO por mas de 15 puntos. El alivio para Macri, llegó ayer con la holgada victoria de Larreta y con la buena cantidad de votos del PRO. Pero sigue siendo la Ciudad. La Ciudad, no es el país, ni tampoco lo define electoralmente.
Para finalizar, como militante del FPV, y como
orgulloso vecino de la Ciudad de Buenos Aires, quiero elevar mi respeto
hacia los fiscales de todos los frentes y autoridades de mesa de la
Ciudad, con quienes compartimos ayer una laboriosa jornada, en paz y con
mucho respeto.